Jairo Quiroz, el jefe médico de la Clínica Reina Catalina, dio a conocer en la tarde de este sábado que Isabella Arrieta Londoño, la niña de año y medio de edad que ayer resultó quemada con un cartucho de gas lacrimógeno lanzado por el Esmad, tiene el 9 por ciento de su cuerpo con quemaduras que están entre el primer y el segundo grado.

“Ella tiene un porcentaje del 9 por ciento con afectaciones de sus miembros inferiores y superiores y en el tórax, está con antibióticos, está en unidad de quemados, estable, con quemaduras de primer y segundo grado”, indicó el galeno.

Explicó el médico que los esfuerzos están concentrados en evitar que Isabella presente una sobreinfección y por ello se le está suministrando líquido intravenoso, antibióticos, analgésicos y se le están practicando las respectivas curaciones.

Aunque “está estable, está en la Unidad de quemados, hay que esperar a que responda de sus quemaduras para pasarla a piso”.

Sobre su condición de ser una niña que nació con condiciones particulares como su delgadez y su estatura, el médico Quiroz señaló que debe seguir en la Unidad y solo hasta mañana su mamá, Sara Londoño Polo, podrá verla.

“Todavía no podemos porque apenas tenemos 24 horas de tenerla y estamos en ese proceso de suministrarle antibióticos para evitarle una infección. Llegó con un cuadro de quemaduras y está con su EPS que está asumiendo los costos”, afirmó.

En cuanto a las afectaciones por su sistema respiratorio por los efectos del gas lacrimógeno, Jairo Quiroz aseguró que “en cuestión respiratorio no tiene compromisos”.

“Hay que tener todas las precauciones que ella necesita, todo el cuidado, no tener contacto en las 24 o 48 horas para que no vaya a tener ninguna sobreinfección. Mañana lo más seguro es que la dejen ver”, puntualizó.

El viernes, a ls 3:45 de la tarde, Isabella Arrieta iba con su mamá y su hermanito Samuel de dos años en un vehículo cuando a la altura del municipio de Polonuevo fueron sorprendidos por un desalojo del Esmad y en medio del operativo los agentes lanzaron un cartucho de gas lacrimógeno que impactó por la parte trasera del vehículo, cayéndole a la bebé y ocasionándole las afectaciones. Su mamá ya inició acciones legales.